Bajo el título que antecede, su autor, bien conocido de un extenso público por sus notables contribuciones en el campo de estudio de la Institución Libre de Enseñanza, centra ahora su atención en la elaboración de un estudio global y panorámico relativo a la escuela primaria española en los momentos aurorales del siglo XX y en el tiempo político de la Restauración Canovista. Se establece un balance de problemas, un diagnóstico de las funciones sociales de la escuela y se elucidan las encontradas posiciones político-ideológicas de los agentes sociales y grupos de presión protagonistas.

Se hace mediante un texto amplio, conformado por grandes líneas, estructurado en dos grandes apartados, uno, destinado a establecer los precedentes y las tensiones ideológicas que el tratamiento de la educación había suscitado en el pasado, es decir, la herencia, mientras que el segundo gran apartado atiende al análisis de las diversas posiciones socio-políticas ante la educación. Tres capítulos pretenden dar cuenta del primer apartado: los grandes rasgos de la escuela primaria española a lo largo del siglo XIX, el control político de la educación y las pugnas suscitadas entre la Iglesia y el Estado, así como el estudio del proceso secularizado^ con todo el conjunto de tensiones desencadenadas.

En el segundo gran apartado se pasa revista a una buena nómina de asuntos: lo que supone la ILE en la educación española, las influencias de la Iglesia y la realidad de la «pedagogía católica», el libre pensamiento y sus plasmaciones en el laicismo escolar y en la construcción pedagógica ferrerista, el pensamiento educativo socialista, el regeneracionismo educativo impulsado por los republicanos liberales, el pensamiento tradicionalista y por fin, los movimientos nacionalistas catalán, vasco y gallego, en relación con la enseñanza primaria. La obra del profesor Cuesta quizás no ofrezca para los historiadores de la educación contemporánea española una visión histórica de actualizada síntesis interpretativa, acerca de un período tan denso de nuestro pasado educativo y pedagógico. Haciendo memoria de las magistrales aportaciones de Ivonne Turin, de Manuel Puelles y de Gómez Molleda, entre algunos otros investigadores, » y, teniendo, por otra parte, en cuenta las ricas y valiosas monografías en la actualidad existentes sobre todos y cada uno de los capítulos que el profesor Cuesta Escudero estudia, es posible que no se haya logrado una renovada y superada elaboración, algo que resulta bien difícil de lograr por cierto.

Dicho lo cual, es del caso resaltar que un público más extenso, dentro del que se encontrarán sin duda los historiadores contemporáneos españoles en su conjunto, agradecerán una obra como la presente, rica en datos, construida con suficiente equilibrio y atenta a la percepción y valoración ajustada de lo que fue un gran debate nacional, un debate de Estado. Pues, en efecto, la educación primaria fue durante el primer tercio del siglo XX, en cuanto a su entendi- miento, a sus funciones sociales y a sus plasmaciones, un ámbito social y cultural que sirvió de polo para las afirmaciones de posiciones socio-políticas de gran calado, alrededor de como entender la modernización, la escolarización y la democratización de la vida española, asuntos todos ellos que podrán percibir los lectores. Esta obra, que comentamos, es también el fruto de un trabajo paciente, hasta el punto de conformar un gran banco de datos estadísticos, legales, documentales y bibliográficos, que enriquecen su objetividad, bien que en alguna ocasión la presencia de historias menores y de datos menudos rompe de ritmo de las grandes líneas de alcance panorámico.

Es del caso señalar que estamos ante un estudio, en su característica, construido desde otro ángulo territorial distinto con respecto a la frecuente óptica «centralizadora» hispánica, ofreciendo así modulaciones y datos que ayudan a poner de relieve la visión de una España diversa en sus problemas, «tempos», personajes y agentes sociales. El autor hizo ahí un esfuerzo, que marca una línea de reinterpretación que debería ser profundizada.

La correcta exposición de datos, su riqueza informativa, y su clara estructuración, permiten obtener una imagen histórica organizada de la educación española como asunto de debate y de afirmación y definición de posiciones relacionadas con la organización de la vida española, en momentos trascendentes para la sociedad española, en aquellos años denostados por unos cuanto celebrados por otros.

 Antón Costa Rico 14/02/1995