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SOBRE MI

pedro cuesta escudero escritor de historia

Pedro Cuesta Escudero es natural de Albacete y cursó sus estudios de Magisterio en Madrid y los de Filosofía y Letras, sección Historia Moderna y Contemporánea y el Doctorado en la Universidad de Barcelona.
Después de una dilatada vida dedicada a la docencia continúa investigando y trabajando en varios campos, como el mundo de la educación, el arte medieval (románico y gótico) y el mundo de la narrativa.

 

En detalle:

 

Se puede decir que nací en el momento menos oportuno, en 1941, en un país arrasado por la recién acabada guerra civil y en plena vorágine de represión por las fuerzas franquistas. Mi padre, que era maestro del Plan Profesional, fue expulsado del cuerpo del Magisterio por la Comisión Depuradora franquista. Fue tal mazazo que acabó con mi madre sin llegar a ver superada la extrema necesidad en que nos vimos abocados.

La  escasez de maestros por los fusilamientos, depuraciones y exilios hizo que admitieran a mi padre en el escalafón. Yo, se puede decir, tuve suerte pues mi educación no estuvo marcada, dentro de lo que cabía, por los resabios franquistas, pues las enseñanzas primaria y secundaria la hice con mi padre. A los catorce años  terminé el bachillerato  elemental y empecé a estudiar en Madrid la carrera del Magisterio en la Escuela Normal Pablo Montesinos, terminando la carrera a los diez y siete años.

Estuve de maestro interino volante en Madrigueras mientras me preparaba las oposiciones para obtener plaza en propiedad. Como el sueldo no me llegaba para pagar la pensión tuve que dar clases particulares de lo que fuere. A mis dieciocho años ya era maestro en propiedad y, después de un año de propietario provisional en Bonete, fui destinado a Tierrantona, un pueblo cercano a los Pirineos. Al ser trasladado a Villarrobledo me di cuenta del error de haberlo pedido en el concurso de traslados. Pronto sufrí la arbitrariedad y autoritarismo del director del grupo escolar donde fui destinado. Acostumbrado, como estaba, a ser yo mismo el que dirigiera mi trabajo pedagógico. Pedí la excedencia para estudiar Filosofía y Letras en la Universidad de Murcia, pero me dieron la plaza que solicité en una escuela de patronato de Barcelona. Gracias al plan Maluquer pude estudiar por la tarde en la Universidad después de mi jornada de trabajo en la escuela.

Me casé en la preciosa iglesia románica de Sant Martí Sarroca, de la que hice una monografía, que fue muy apreciada por los amantes del románico. Pero mi primera publicación surgió cuando cursé los cursos del doctorado, que me adjudicaron un trabajo de fichar y ordenar unos documentos, unas cajas, muchas sin abrir todavía, de cuando se trasladó la Universidad de Cervera a Barcelona. Con este trabajo cubrí un hueco en la historiografía catalana . . .

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